Si te dijeron que Kinesiología es etimológicamente, “la ciencia que estudia el movimiento”, créelo.
Pero si crees que por estar estudiando en la Escuela de Kinesiología, estás estudiando “la ciencia que estudio del movimiento”, pues... dúdalo.
El primer día de mi Magíster escuché una frase (bueno, varias) que me hizo pensar ¡!en donde vine a caer¡¡.
“colegas, nosotros creemos que la Kinesiología es una disciplina científica que la pueden estudiar no sólo los Kinesiólogos, sino que un médico, un ingeniero....”.
Hasta ese momento, para mí Kinesiología era al Kinesiólogo como la cardiología al cardiólogo: una disciplina derivada de una profesión; o un cuerpo de conocimientos y prerrogativas, ligadas al ejercicio profesional.
Después de una año y medio de vectores y escalares, proteínas G, glutamato, calpaínas y telómeros; y sin haber visto pacientes ni técnicas,... estoy más que convencido que... tenían razón:
La Kinesiología, como disciplina científica, está tan cercana a la Kinesiología (profesión), como lo está a la Terapia Ocupacional, Educación Física, Ortopedia, o el entrenamiento deportivo, etc. (pregúntenle a wikipedia, en inglés)
La historia es larga, e imposible de resumir en pocas líneas. Baste sólo referir que en 1849, Karl August Georgii, discípulo del sueco Ling, (padre de la Gimnasia Médica) fue quien inventó el neologismo “Kinesiology”, basado en la etimología griega, aunque lo hizo para referirse a los ejercicios gimnásticos y su rol en el desarrollo armónico del individuo. A partir de ahí, en Suecia y Alemania se desarrollaron Institutos de Gimnasia, donde se enseñaba que el ejercicio era benéfico para el deporte, para preparar a los soldados, para el desarrollo de los niños en la escuela, y...para tratar a los enfermos que padecían escoliosis, hemiplejia, etc. A uno de estos Institutos viajó becado el Profesor Joaquín Cabezas, a fines del Siglo XIX, trayendo a Chile la novedad del Siglo XX: “la Kinesiterapia”, el que se enseñó con ese nombre, como una asignatura de la carrera de Educación Física.
Por aquellos años, 1886, el barón sueco Nils Posse, lleva la novedad a EEUU e introduce el término “Kinesiology”, pero que con los años se transforma en una disciplina científica, que –literalmente- analiza el movimiento desde todos los ámbitos (biomecánico, bioquímico, fisiológico, social, etc.), muy cercano al deporte y al desempeño (performance) físico.
El término “Physioterapy” (Fisioterapeuta) nace en Inglaterra en 1894 de un grupo de enfermeras, y significa, etimológicamente, “terapia por la naturaleza”.
Mientras que “Physical Therapy” (Terapista Físico) es una profesión creada en EEUU (Pórtland) en 1914, como una respuesta a una epidemia de polio, y sus primeros egresados eran... enfermeras.
Francia, Bélgica y Luxemburgo, siguiendo la formación gimnástica de los mencionados Institutos, prefirieron llamarse “Kinésitherapie”; literalmente: “Kinesiterapeuta”.
Pero Argentina en 1922, y posteriormente Chile en 1947 (quizás influidos por nuestros vecinos), optó por un camino único en el mundo: al nombrar la profesión, se le llamó “Kinesiólogo” y no “Kinesiterapeuta”, como - según mi opinión- debió haberse llamado, dado que ese era el espíritu de lo que se esperaba de este profesional.
Y así continuó la historia, con Kinesiólogos estudiando durante casi 40 años en la “Escuela de Kinesiterapia”, cargando con esta denominación, que nos dio una situación casi esquizofrénica. Hacemos terapia, los privados y el estado nos paga por hacer terapia, nos unimos a la Confederación Mundial de Terapia Física, pero decimos a los cuatro vientos que estudiamos el movimiento... para hacer terapia (como si se pudiera hacer de otra forma).
Bajo mi punto de vista, en 1947 se cometió un error involuntario y bien intencionado, pero gracias a ese error, nuestra profesión se puede proyectar con diferencia. Somos depositarios de una profesión noble y útil, que ayuda a las personas; pero además, los egresados de las cinco últimas generaciones tienen, además de la formación profesionalizante, una formación académica con un grado inicial, (Licenciado), en una disciplina científica enfocada a estudiar el movimiento, y que puede ser continuada con grados superiores de Magíster y Doctorado en... Kinesiología.
Es cuestión de creerse el cuento... la están dando. El que tiene ojos que lo vea.
Prof. As. Rodrigo Rojo Castro
Licenciado en Ciencias de la Salud, U de Chile
Magister (C) en Kinesiología U. C. del Maule.